En 2009, Justin se presentó, sin invitación, al Vans Joel Tudor Duct Tape Invitational inaugural, una competencia de longboard que celebra la tradición consagrada de talar con algunos de los mejores talentos del mundo. Ganó. Desde esa primera actuación, hay ocho trofeos de duct tape en su estante y contando. Pero no se trata solo de ganar. Justin está impulsado por ver el crecimiento de una cultura de surf saludable, algo que él mismo fomenta junto con el maestro modelador y amigo de toda la vida, Ricky Carroll, con su compañía de surf, Black Rose Manufacturing. Es aquí donde puede realizar sus ambiciones de diseño de surf progresivo y clásico, al tiempo que presenta a la gente la esencia pura de ser parte de la energía del océano. También está firmemente convencido de que la mejor manera de hacerlo es en un longboard.